Comunicados de prensa

Bancos Centrales de Centroamérica y República Dominicana evalúan las perspectivas para 2023

En el marco de la 297ma Reunión del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), efectuada en modalidad híbrida los días 23 y 24 de marzo de 2023 en Managua, Nicaragua, las autoridades de los bancos centrales de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana (CARD), evaluaron el desempeño de las economías de sus respectivos países y las perspectivas de la economía mundial y regional en el corto plazo. En ese sentido, tomaron en cuenta la evolución del producto interno bruto, la inflación, las condiciones financieras nacionales e internacionales, la situación fiscal y el entorno internacional relevante. Reconocieron que las presiones inflacionarias externas derivadas del incremento de los precios internacionales del petróleo y otras materias primas, de las perturbaciones en las cadenas globales de suministros y parte de la incertidumbre asociada al conflicto entre Rusia y Ucrania han tendido a moderarse.

No obstante, se continúa evaluando el impacto del desempeño económico de Estados Unidos de América (EUA), así como el aumento de las tasas de interés por parte del Banco de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo sobre la región CARD. En el contexto de las turbulencias financiera ocurridas a raíz del colapso de algunos bancos en EUA y Europa, se identificó que la amplia liquidez, solvencia y dinamismo del crédito en el sistema financiero regional, sumado a su poca o nula integración directa con esos bancos internacionales que recientemente experimentaron quiebra, garantizan las buenas condiciones para la estabilidad financiera en CARD. Reiteraron la fortaleza de la regulación financiera y la robustez de su sistema bancario en la región.

Se observó que continúa la dinámica de crecimiento en la región, que converge hacia el ritmo observado antes de la crisis generada por la pandemia, influenciada por una combinación de factores que incluye el aumento del crédito al sector privado (empresas y hogares), la mayor inversión pública en algunos países, y la recuperación de flujos externos procedentes de las exportaciones, remesas, inversión extranjera directa, turismo, entre otros.

De acuerdo con la información disponible, el crecimiento económico de CARD (aproximado por la variación acumulada interanual del IMAE) hasta diciembre de 2022 se ubicó en torno a 4.35%. En ese sentido, la actividad económica en Costa Rica presentó una expansión de 4.3%, mientras que El Salvador registró un crecimiento de 3.5%, Guatemala de 4.0%, Honduras de 4.2%, Nicaragua de 3.8% y la República Dominicana de 4.9%. Asimismo, se observa que el proceso de recuperación opera en distintas velocidades entre las actividades económicas, lo que sugiere que, en algunos países pudieran considerar políticas sectoriales que permitan mejorar el desempeño de sus economías según los espacios fiscales que tengan.

Las presiones inflacionarias continúan manifestándose en la mayoría de los países como resultado, principalmente, del contexto internacional. La rápida expansión de la demanda agregada y el alza en los precios internacionales de los bienes primarios han afectado, principalmente, los precios del rubro de alimentos en la canasta de bienes y servicios incluidos en el índice de precios al consumidor (IPC).

La variación interanual promedio del IPC en la región llegó al 8.6% en diciembre de 2022, luego de alcanzar un pico de 9.6% en agosto, por lo que se espera que mantenga una tendencia a la desaceleración en el futuro cercano. En ese sentido, la tasa de inflación observada al finalizar 2022 por país fue de: 7.9% en Costa Rica, 7.3% en El Salvador, 9.2% en Guatemala, 9.8% en Honduras, 11.6% en Nicaragua y 7.8% en la República Dominicana.  No obstante, la inflación ha dado señales de moderación por lo que se proyecta una convergencia gradual hacia los objetivos de inflación, como resultado de las medidas monetarias restrictivas implementadas por los bancos centrales de la región.

Hacia adelante, y en consonancia con la evolución de la actividad económica global, los bancos centrales proyectan un desempeño regional positivo, con un crecimiento esperado entre 3% y 4% en 2023 y con presiones inflacionarias con tendencia a moderarse a lo largo del año. No obstante, reconocen que, en torno a sus pronósticos, se mantienen riesgos tales como el posible impacto en la actividad económica de la acelerada reversión de los estímulos monetarios por parte de los bancos centrales de las principales economías, sobre todo de la Reserva Federal de EUA, las consecuencias derivadas del conflicto Rusia-Ucrania y la reciente volatilidad en los mercados financieros, entre otros. De este modo, las autoridades monetarias estarán atentas a actuar con las medidas de política monetaria y financiera apropiadas, cuando fuera necesario.

 

Descargar